lentamente transcurría el día
y el hombre balanceado pensaba:
"¿a qué hora voy a salir?"
y su alma des-balanceada pensaba:
"¿cuando se va a morir este cuerpo aburrido?"
el alma se sacudía
y el cuerpo se rascaba
el alma se estremecía
y la boca bostezaba
¿qué acaso yo no soy lo que soy?
¿en qué me equivoqué?
Pensaba la cabeza
"tu no te equivocaste pero no estás diviertiendote"
"¿qué andas buscando realmente?"
¡A DONDE TE DIRIGES!
¡¿QUÉ?!
si tan solo te hubiera escuchado antes de morir
para mí, la vida fue insignificante.